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Іваницька А. Лексикологія іспанської мови.docx
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§ 56. El español que se habla en Hispandamérica

El español en Hispanoamérica representa ?us caracterís-| ticas que son de-carácter fonético, gramatical y léxico. Ac-1 tualmente se habla de diferentes variantes del español: el| venezolano, el mexicano, el argentino; etc. |

120 ' ' I


Las causas <iue motivaron estas peculiaridades y diver- gencias son: '' ' '■

, 1. Los conquistadores modifican su vocabulario

introduciendo nuevos vocablos indígenas. No todos los préstamos pasan al español peninsular. El vocabulario que usan los españoles en Hispanoamérica y en su Patria resulte distinto porque en la península no se emplean los .vocablos indígenas que no corresponden a la realidad. .

  1. Los colonizadores procedían de diferentes regiones de España y el idioma que hablaban reflejaba su poca cultura idiomática y sus modismos dialectales... .

  • El aporte indígena influyo en el léxico sobre todo y algo én la entonación. -

    •4. El tipo de la vida rural ha ejercido también una inf- luencia sobre el lenguaje.

    1. La corriente emigratoria que lleva sus lenguas y sus costurribre^ ha dejado una huella en el lenguaje.

    2. Ciertas manifestaciones de la .vida moderna: el perio- dismo, la televisión, el cine han generalizado algunas di- vergencias de carácter fonológico y léxico.

    Las características á nivel fonético se refieren a la di- vergencia en el sistema consonántico. E\i la articulación de las vocales la divergencia casi no se ob^rva.

    El seseo es general: s, c, z = s. *

    El yesismo consiste en pronunciar el sonido H (calle) como y (caye). El seseo y el yeísmo son aceptables como ras- gos peculiares. # . : "

    Es regular el cambio f j también en el grupo fu

    ju! jucrte, jue.

    En tos dialectos españoles observamos el cambio hu -> gU. Los nombres indígenas que llevan u, al incorporarse «1 •spflñol se acomodan a esta tendencia;~guanaco huana- co, guaguahuahua. '

    Re.ipecto al género se observan la's siguientes desviacio- nes: .

    1. casos de qonservacíón del género antiguo: la fantasma,

    ¡a calor;

    1. casos de acomodación morfológica'al género, que se

    efectúa en cambio de -o en -a: la testiga, la tipa, el Venado y la venada, el sapo y la sapa. Laiipa se pegó el susto de su vida, entendió a equivocación y salió disparada, tropezán- dose (Llosa). ■

    ' 121


    El único tiempo qué se ha perdido por comple^

    es el Futuro de Sub|untivo, como en el español habladoi de todas partes. Se usan poco el Pretérito Anterior y Futuro de Indicativo y-la forma en -ase del Pretérito de^ Subjuntivo; se prefieren las construcciones perifrásticas (sobre todo en el habla) en sustitución de ciertos tiem-i- pos verbales: Él Jachero le dijo: — Perp no vayas a dejar la guitarra aL sol, que se desencola ... Quintín asintió — La voy a tapar con unos ramajos de este ateje (Feijoo). .

    Usiedes reemplaza a vosotros, esta forma pide la concor­dancia de 3® persona. .

    La forma más extendida en Hispanoamérica es lo para el complemento directo _de personas y cosas, también para el complemento indirecto;. Te vas a enferma? — sonríe aflifi-. da, vuelve a la carga, con dulzura, lo coge del brazo, lo ob­liga a sentarse la- señora Leonor (Llosa).

    Las diferencias más notables se echan de ver en el sis­tema léxico. Estas se deben a los cambios semánticos, for­maciones-nuevas y aportaciones indias: f.^l verbo ra/arse llegó a significat retracarse, volverse a^rás} brillazón, campe-' ro^son formaciones nuevas; cabya, mecate, pita son ameri­canismos, sinónimos de cuerda.

    El español de América da preferencia a un vocablo en un grupo de sinónimos, formando de este modo las así llama­das preferencias hispanoamericanas: . ''

    Norma peninsular Preferencias hispanoamericanas

    americana saco ,

    • ascensor elevador -

    beber ‘ ' _ tomar • ‘

    bonito ' - , lindo, chulo t - -

    delgado ' flaco • ■

    echar botar

    echar de menos extrañar ;

    • bandeja ' ' charola

    levantarse pararse • - j

    manzana cuadra

    patata . papa ' - _*

    piso apartamento, departamento

    tardar. demorarse ' .

    volver ’ ' voltear

    122


    Por ejemplo: — Has estado tomando —lo tiene cogido del saco, lo mira medio risueña, medio afligida (Llosa).— No te-las des tanto de sabio, flaco—^ dijo Popeye (Llosa).' Pon la charola en la mesita — dijo Santiago (Llosa).

    EJERCICIOS PRÁCTICOS ^

    ' I. ¿Én qué proporción están las voces de origen latino, grie­go, árabe y otros priéstamos en el léxico español?

    1. Cite diez helenismos de una sola raiz y cinco de más de una raiz. .

  • Diga la etimología de las palabras; >

    Fonográfico, fonología,'épígrafei^ñagráma7fiipérbole, anónimo.

    1. Consultando uri diccionario diga los significados de los arabismos: ■ *

    Alcázar, aljiba, alj'ube, alambique, alcantarilla, acelga, adarme. ■ ^

    1. Diga los significados ^ losjusitaníismos: -

    CBubasco, sarao, man^rín,_foJ|ae[a,- vigía, aríKo.

    1. Cite diez ejemplos de palabras de origen visigodo. •

    2. Cite diez germanismos, diga sus significaáos.'^ '

    3. Consultando un diccionario diga los significados de lo» americanismos: _i - -

    Huracán, ceiba, canoa^ cacahuete, alpaca, vicuffe, pu­na, pampa. ^

    1. Diga los significados de los ftalfanismos;

    Bisoñe, emboscada, mosaico,, alerta,- crédito, casino, pomada-^ _ . y _ . ‘

    1. ¿Qué son americanismos y cómo^'se clasifican?

    2. ¿De qué origen son las terminaciones -aí» -fi*. -iz, -ozr de loa apellidos como Pérez, Menéndez? . . - .

    Xn. ¿De.'qué origen son las palabras? ,, _ .

    Guijarro, cerro, baturro, gorra, perro. ' •

    .123


    1. Diga que significan los germanismos:

    Arcabuz, níquel, marco, kindergarten, kepis, bísmü to, potasa, ganga, buril.

    1. Diga los significados de los galicismos:

    Carrusel, consomé, maquillaje, recital; garaje, parquear,, entrar, bidón, bigudí, teleférico, trolebús, avalancha,, champiñón, maculatura. ,

    1. ¿De dónde procede la palabra anglicismo?

    2. Consultando un diccionario diga ios significados .de los anglicismos: '

    Hall, exprés, güinche, record, detective, doping, gol-, picu, cóctel, crol, craqueo, automatización. —

    1. Diga <le dónde son y qué significan los americanismos;

    Mate, conga, quichua, guaraní, pirulí, arrastrapanzas bohío,' ' ' "

    * XVIII. Diga a qué grupos son;

    1. Los comunes a toda Hísparloamérica. 2. Los de uso más limitado (en dos o más países). 3. Los peculiares dé; un. solo país. • j:

    1. Búsquense en el diccionario el significado- etlmológicir de las siguientes palabras, señalando sus raíces:

    Telefono, bibliomanía, melómano.

    1. Fórmense voces castelanas es que entren las raíces griegas: . -7-

    Tele—lejos, topos — lugar, zoon — animal, fotos — luz, pathos—enfermedad. /

    1. Determínense el origen de las palabras en negrilla tradúzcanse al ruso: -

    1. ' Pensaba en mis catorce años de chico^abandonado. de “©ucho*, comoseguramente dirían por ahí-{Güiraldes)- 27Con to(Erestb "pareofame haber tomado rango de hombre; maduro y a los de mi edad llegué a tratarlos, de buena fé como a chiquilines desabridos (Güiraldes). 3. El callejón^ habíase hecho calle; las quintas, manTanas; y los cercos de ' paraísosKComo los tapiales,, no tenían para mí secreto'(Güí-j raides). 4. Aquí había alfalta, allí un cuadro de maiz,i

    124 - I

    ' 'i


    un corralón o simplemente malezas. A poca distancia divi­sé los primeros ranchos miserablemente silenciosos y alum­brados por la endeble luz de velas o lámparas de apestoso kerosén (Güiraldes). 5. El chaparrón lesxegó en un momen­to, calándoles hasta los huesos, hasta los goznes de- la ca­tapulta de sus brazos (Mollá). 6. La pirámide estaba casi terminada (Mollá). 7. Unos chicos jugaban al fútbol con un balón de verdad (Mollá). 8. Hubo café con leche y bocadillos de queso y anchoas. Dos para cada uno. De vino, cuatro garrafas. Y cocacolas (Mollá). 9. Desde donde estaba podía ver, frente a sí, una serie de cases iluminadas,, así, como, de vez en cuando, las siluetas de sus moradores (Leante).

    1. Pensó en su infancia, en el colegio, en el placer donde jugaban pelota, en los domingos cuando iba

    n la matiné del cine del barrio a ver películas de vaqueros (Leante).

  • El local es oscuro, pequeño. Tiene un mostrador de ma­dera en eL que se muestran frascos de arrope, serillos llenos de legumbres secas, roscos y alfajores. Tras el mostrador se alzan una vitrina y una estantería (Salinas). 12. ^ay dos o tres boyas de señalización medio cubiertas por la arena- Cuerdas, remos, barriles de gas-oil y velas remendades (Sa­linas). 13. El autocar debía pertenecer al* ejército, aunque no se veía inscripción sobre la reluciente pintura negra (Cortázar). 14. Por el bajo, donde era ya de noche, se iban acercando a la dársena norte (Cortázar). 15. En el otro ext­remo de la cabina Nora abría una valija xie plástico rojo- y sacaba su necésw (Cortázar). 16. Los sándwiches son buer. nos — dijo Medrano—.A falta de cena... (Cortázar). 17. Es­te viaje puede ser una especie de test (Cortázar). 18 Sacó un folleto dfil bolsillo y lo consumió ansiosamente (Cortá­zar). 19. Otra razón para la neurosis, las crisis de rebeldía," los planes de entrar en la Cruz-Roja o irse al extranjero, todo esto debatido en la comodidad de un Ííving y un dor­mitorio, servicios centrales e incinerador de basuras (Cor­tázar). 20. Después se puso el piyama nuevo a rayas, las zapatillas de basket y se retocó.la peinada antes de salir; en el apuro se olvidó de lavarse los dientes y eso que doña Roílta le habla comprado un“cep1tto~nuevo-(Gortázar). 21. Los niños descalzos aprovecharon el momento para po­nerse a gritar, a armar algarabía (Ferres). 22, El agua in­móvil de la presa repercutía hacía los árboles el eco de la vox del espfquer, que venía de las radios de los merenderos (Ferlosio). 23. El coñac está ahí, sérvite (Cortázar).-24. El

    • ■ 125


    límite se señalaba con una tiza, pero a los pocos, con e| repaso de las zapatillas y la pelota, la línea se había borra-*: do y. había discusiones apasionadas para determinar si eír; gol era legítimo (Llosa). 25. La sangre que había visto des-"

    1 izarse por su pierna lo hacía perder todo control (Leante)¿ 26. La rama de una ceiba se extendió por encima del banca- en que se instaló (Leante). 27. Sí, los nervios de Rafael ha-- bían hecho crisis y pasado algún tiempo la tensión aflojó- (Leante). 28. Se vistieron rápidamente recogiendo todo'el. parque que había en la casa (Léante).

    1. Sepárense en las frases que se dan a continuaciónt a) galfcismos; b) anglicismos; c) arabismos; indiquense el grada de su asimilación, tradúzcanse al ruso:

    1. Por su parte, el chófer tampoco hacía el menor es­fuerzo por establecer el diálogo (Leante). 2. E^ conserje — un negro pequeñito, que miraba arrugando los ojos detrás de unos espejuelos redondos con arcos dorados—, le contes­tó que no estaba al preguntarle por Otavio (Leante)..

    1. El alcalde Bernardos iba a Badajos todos los días con la camioneta que recogía la prensa, cruzaba montes y llartu- ras, encinares y sembrados (Petere). 4. No había llevado . conmigo ningún criado, y Concha, que tenía esas burlas de las princesas en las historias picarescas, puso un,paje a mit; servicia para honrarme mejor, como décia riéndose (Valle­, Inclán). 5. Las salas entarimadas de nogal, frías y silensio- sas, que conservan todo el año el aroma de las manzanas ag­rias y otoñales puestas á" madurar sobre el alféizar de la. ventana (Valle-lnclán). 6.'Era un cofre de plata, labrado con la suntuosidad decadente del siglo XVIIl (Valle-Iñclán)»

    1. El jardín de la entrada desbordaba de flores, el patio hú­medo -relucía (Llosa). 8. Y echándose sobre la almohada i volvió a reir como antes, corr fresgos y alegres carcajadas (Valle-lnclán). 9. Despójeme del paíetó, que entregué a no sé qujenj, como eLtorero-que tira la-oapa dergala al ten-" drdb (Valdés). 10. De una moto con sidecar se apeaba una chica en pantalones (Ferlosio). 11. Los dos hidroaviones.- “Catalina* giraron s^ré er “Malcolm', urr-par. de veces antes de amerizar a cien metros (Cortázar). 12. La sirena del “Malcolm* sonó tres veces, y se vio brillar un heliógra- ' fo a bordo de uno de los hidroaviones (Cortázar). 13. Cedien­do a un viejo automatismo, miró en dirección'de Paula qué

    126

    1^ ' :■ ■ ■ ^

    ■ It iiAbts (quitado lá máscara y observaba estadísticamente Id csncurrenc!*

    (Cortázar). 14. Una hora después el bannen ftcorrlé las cabinas y la cubierta para avisar a los pasaje­ro! que un oficial los esperaba en la sala de lectura (Cortá- íflf). 15. PaáeándSnie por el foyer rae pregunté una o dos víces si las ejecuciones justificaban semejantes arrebatos /le un público que, según me consta, no es demasiado gene­roso (Cortázar). 16. El cabaret era de un aburrimiento mor­tal y sus dos anfitriones no parecían demasiado entusiastas, de modo que a Petrone le resultó fácil alegar el cansancio del día y hacerse llevar al hotel (Cortázar).

    1. Búsquense los arabismos en las frases que se dan a continuación y díganse su significado:

    1. El viejo, si le hablamos, nos quitará la mitad de la fanega (Asturias). 2. Partimos hacia Horae-Creek en medio de una algarabía de los once diablos (Fallas). 3. Roseta, con los chicos, se había ido al baile de la alquería, su mujer dormitaba bajo el sombrajo, y él se paseaba desde su vivien­da al camino, por el pedazo de tierra -inculta que daba ent­rada al carro (Ibáñez). 4. Para eLforzudo Batiste era un arma terrible este asiento de fuertes travesanos y gruesas patas de algorrobo, con aristas pulidas por el uso (Ibáñez). 5. Que­dó revuelta la gente en la plazoleta, rodaron las mesas,' enarboláronse varas .y garrotes, poniéndose cada uno en guardia contra el vecino, por lo que pudiera ocurrir; y mien­tras tanto el causante de toda la zambra. Batiste, permane­cía inmóvil, con los brazos caídos,.empuñanda todavía el_ taburete con manchas áe sangre, asustado de lo que acababa de hacer (Ibáñez). 6. Iba instintivamente en busca de la aceaula, y cayó en ella-con un chirrido de hierro-que se apa­ga (Ibáñez). 7. El general y su yerno tomaron a broma lo ocurrido, y consiguieron que Mariana tomase con paciencia una marcna de quince minutos sobre un camino lleno de polvo y/le guijarros (Amorós); 8. Para el señor Ventura, cacique máximo, 25 pesetas (Amorós). 9. Alarga esa media fanega, para que se siente el tío Lucas (Alarcónl. 10. El Pe- luia íe endereió como sf le hubieran clavado un alfiler (Cor- tAsar). 11. Alberto mira al,suelo: lá alfombra tiene di^jos •cutas y cremas, una circunferencia envuelve a otra más paciiieflfl que a Su vez encierra a otra (Llosa). 12. En el corri- dor Iluminado de la alcaldía, también, como en una pantal­la de cine, hablaban los vecinos (Arguedas). 13. Entre

    * . . ^ 127


    alfalfares, charcas de trigo, de habas y cebada, sobre ur

    loma da desigual, está el pueblo (Arguedas). 14. A pesar d¿: que fui a la tapia e incluso estuve sentado en el alféizar dé­la ventana del chaflán, en cuanto dieron las siete me subí: a casa de Taño (Hortelano).

    1. Sepárense los anglicismos, indicando el grado de su asimilación y la época de “su infiltración en el léxico español; tradúzcanse al ruso:

    1. Quéljuieren que les traiga de almuerzo? Un sandwich de este tamaño, ¿eh? (Leante). 2.— Supóngo que te habrás dado cuenta de la importancia que tiene que el boicot sal­ga — dijo Enrique a Augusto (Salinas). 3. Tranquilizado en cuanto a ella respectaba, bajé al hall en busca de expli* caciones (Carpentier)^4^En_el bar,- los.forasteros. habían.atL_ mado sus malhumoradas partidas de naipes y de dados, ehtre copas, rezongando contra los estados mestizos que siempre tenían un zafarrancho en reserva (Carpentier).

    1. — Toma el brandy; es un excelente Martell; ¿o prefie­res otra cosa? (Isaacs).

    6. Se puso muy estirado, levantó el jersey y rae enseñó un tubo de pap|el pardo con algo negro dentro (Azpiri). 7. Llegamos a la casa tarde; mi madre estaba impaciente porque no nos había visto en toda la mañana y la ma-Ita se había qliedado fría, aunque muchas- veces no la tomábamos de mala que estaba; mi madre creía -que nos había pasado algo (Azpiri). 8. Una vez más el viejo zorro había ordenado su programa de coqcierto c^n esa in­solente arbitrariedad estética que' éni5übrfa'ün pfofun(fó’'~ olfato psicológico, rasgo común en los regisseurs de music- hall, los virtuosos de piano y los. match-,makers_deiucha„ libre (Cortázar).*5. El whiski empezaba a perder el gusto amargo de comienzo (Cortázar). 10. En el bar encontré al doctor Epifanio con su familia, y íne quedé a charlar unos minutos (Cortázar). 11. Con toda lucidez, perosabien* do que estaba bajo los efectos de un shock terrible, dio sus señas al policía que lo acompañaba (Cortázar).-12. |Llegar . a Lima, ver, aunque fuera por un día,el palacio, las tiendas -de comercio, los autos que se" lanzabairpoi^as-caHes; Ios- tranvías qlie hacíañ tembflar el suelo, y después regresar! (Arguedas). 13. Del asiento delantero del jeep tomó Rivas su portafolio y extrajo de él unos papeles (Spota).

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    1. Sepárense en las frases que se dan a continuación: a) itallanismos; b) helenismos; c) germanismos; tradúzcanse a>

    ruso:

    1. En marzo volvieron los gitanos. Esta vez llevaron un catalejo y una lupa del tamaño de un tambor, que exhibie­ron como el último deseubfimiento de los judíos de Amster- dam (Márquez). 2. Las voaes tenían un timbre nítido en el agua, como eeo dé níquel (Ferlosio). 3. Se veía iV\adrid. Un gran valle de luces, al fondo, eomo una galaxia extendida por la tierra; un lago de aeeite negro, eonel temblor de innu­merables lamparitas encendidas, que flotaban humeando hacia la noche y formaban un halo altísimo y difuso (Fer­losio). 4. Qué pizza que me voy a mandar con el Humber­to y el Rusito — pensó el Pelusa.— Eso si que no había en el barco, hay que decir lo que es (Cortázar). 5. Uno po­dría quedarse toda la vida oyendo el nocturno, y el seherzo que estaba tocando como por manos de hadas (Cortázar).

    1. Van, alguna vez, con sus Land-Rover y sus escopetas, a enterarse de la marcha del negocio y a cazar patos en los lueios (Salinas). 7. Una semana más tarde, nevó durante tres días y tres noches. Las trincheras se llenaron hasta los bordes y los parapetos crecieron medio taetro (Hortelano). 8. Había puesto el maletín en el suelo y encima el que- pl (Llosa). §. Sus ojos perciben a un metro, tras el mostra­dor, una casaca blanca, con las solapas arrugadas (Llosa). 10. Ene! Malecón se aproxima al parapeto y mira el mar de Barranco no es de La Perla, que siempre da señales de vida y en las noches murmura con cólera: es un mar silenció­lo, linolas, un lago (Llosa). 11. Desunsido el carro y Tan- «rcdo en la ouadra, Paulina le sacaba a su hombre la jofaina, Jnbón y ropa limpia (Pavón). 12. Los hombres, por su lado, w íoifcaban al aespacho de los frascos, que haoíamos con­templado con Pedro, y allí hacían gasto de ginebra, anís Carabanohel y caña de durazno o guindado (Güiraldes).

    1. Sipirense los americanismos en las frases que se dan • continuacidn, determínense su origen, tradúzcanse ai ruso:

    I. Invitaba a sus huéspedes a entrar a una canoa negra y estrecha, y los paseaba por los canales, y les mostraba las siluetas extrañas de las rocas, y les hacíaj subir al islote central, con sus cipreses y su templete de mármol, y a la gruta misteriosa, en donde el tritón de piedra inflaba sus

    1 5 271 i 129

    carrillos tocando la caracola (Baroja). 2. Para la Romei^ del Segundo Viernes era poco el camino. Como se crecen lás ríos se salían los peregrinos para llegar a Pisigüiiito poj los huatales, los cercos de piedra sobre piedra en llanadas de chilcates y guayabos (Asturias). 3. Fue ésa la época en que adquirió el hábito a solas, paseándose por la casa sin hacer caso de nadie, mientras Úrsula y los niños se partían el espinazo en la huerta cuidando el plátano y la malanga» la yuca y el ñame, la ahuyama y la berenjena (Márquez);

    1. La vicuña pasó varias veces: corría muy agitada mirando a todos lados con sus ojos inteligentes (Llosa). 5. Grupos populares se estasionaban con rumorosa impaciencia- por las avenidas del Parque. Allí el mayoral de poncho y machete, con el criollo del jarano platero, y el pelado de- sabanil y el indio serrano (Valle-Inclán). 6. Los riachuelos bajan de las punas corriendo por un cauce brusco, pero se tienden después en una pampa desigual donde hasta una lagunitai termina la pampa y el eaUce de los ríos se quie­bra otra vez y el agua va saltando de catarata hasta llegar al fondo de la quebrada (Arguedas). ,

    1. Sepárense los rusismos y los soviefistnos en las fra­ses que se dan a continuación, tradúzcanse al ruso: -

    l.— Pero ¿qué clase de judía es usted? — me atreví un día a preguntarle.— Descendemos de pogróm — me rep­licó sonriendo (Sábato). 2. Y entonces advertí que esa clase de indicio era frecuente entre judíos como los Steinberg: rostros a menudo eslavos o tártaros, té con viejos samovares. de familia, adoración por Pushkin o Gógol o Dostoievskí que leían en ruso... (Sábato)._ 3. Durante anos vivió a la rusa, tomó worsch en Tugar dé sopa, té en vez de mate, vodka en vez de caña (Sábato). 4. Llegados eran los tiempos de acabar con una Autoridad sin rumbo ni doctrina, expre­sada en úcases y edictos, de un Presidente Procónsulguiado, en obra de gobierno, por los mensajeg cifrados por su hijo Arier (Qífpéntref)7 57 Fáfá“péW'el”sol empezaba a 'dar de lleno en la pieza (era la luna sobre las estepas cubiertas de nieve), y él silbaba para azuzara los caballos que impulsa­ban su tarantás (Cortázar). 6. Luna llena, lado opuesto invi­sible en ese entonces presputnik ¿cráteres, mares, cenizas? (Cortázar).

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    XXVin. Fíjense en las características fonológicas, gramaticales y léxicas propios del español hispanoamericano; tradúzcanse al ruso:

    Al atardeaer de un «aluroso día de verano, Juan y el Ñandú, que viajaban con la maleta completamente vacía y las tripas rezongando de hambre, resolvieron acampar a la orilla de una enorme laguna, lisa como un espejo, junto a la aual se alzaba un tupido y extenso pajanal.

    • Vamo’a tomarnos unos matecitos con la yerba de ayer, aunque sea — dijo el Zorro apeándose de su “flete”—. Cierto que está la pobre más lavada que caldo’, e fonda; pero al menos servirá pa entretener un algo la barriga antes de echarse a dormir. Con un poco de agua caliente y otro )oco de imaginación uno siempre se las arregla p’aliviar el lambre, ¿no te parece. Patas Largas?

  • A mi Túnico que me la alivea es comer — respondió suspirando el zancudo.—Y por lo visto no yevamos miras de hacerlo hasta quién sabe cuándo...

    Juan el Zorro, que ni en el más difícil de los trances per­día su buen humor, soltó una estripitosa carcajada al adver­tir el cómico aire de víctima adoptado por su compañero de andanzas. ’ ,

    • Reservé pa mejor ocasión esa cara’e difunto mal velao — aconsejóle sin dejar de reír—, y júntate más bien unas charamusquitas pal juego mientras yo enyeno de agua la caldera.

    Y así diciendo $e aproximó a la orilla de la laguna, dis­puesto a poner en práctica sus palabras. Como hacía mucho calor y el tiempo estaba tormentoso, las tarariras afloraban de continuo a la superficie, dando fuertes coletazos.

    • ¡Linda noche pa pescar! — opinó Juan al ver el mo­vimiento de los peces—.Lástima no haber traído ni una triste liñita, pues en esta laguna hay tararitas a bocha. Pa­tas Largas. ,

    • ¡Y con lo que me gustan los menudos de pescaol — lamentóse el atribulado Ñandú, i

    En ese instante'vierorr que-alguien^se acercaba a la lagu­na, silbándo desafina da mente una milonga. Era un Mano Pelado ya entrado en anos, con cara de pocos amigos, que al pasar junto a ellos les miró de reojo, sin dignarse saludar­los ni siguiera con un movimiento de cabeza.

    • ¡Güeñas noches, cabayero! — di jóle cortésmente Juan, aparentando no haberse apercibido de la antipática

    5* 131


    actitud del otro, y'quiriendo darle así una lección de urba­nidad que buena falta le hacía, por lo visto.

    • ¡Güenasl — gruñó de mala gana y entre dientes el recién llegado.

    • depositando en el suelo una bolsa que llevaba al hom­bro, sacó de ella varios aparejos y una lata de “bichas*, con- las cuales empezó a ‘encarnar* parsimoniosamente los an­zuelos.

    • Por pescar, parece,., insistió siempre cordial el Zorro.

    • Parece...

    • Eso mismo tenía ganas de hacer yo, pues en esta laguna ha de picar en fija. Pero como no traje liñas...

    Sin tomarse la molestia de responder, el Mano Perdido revoleó una-tras otra Ios-aparejos- y^ los-lanzó-con diestro- impulso al medio de la laguna.

    • -Güen brazo pa enlazador, compañero — bromeó Juan—. Se lo envideo, francamente.

    • a pesar del silencio despreciativo del otro, volvió a las andadas al cabo de un instante: 3

    • Tal vez le este sobrando alguna linita, don. Si jue­ra asina, y usté me hiciera la gauchada de emprestármela uifi fato, le garanto que no se la iba a dispreciar...

    • En la pulpería hay muchas — respondió groseramen­te el Mano Pelado—.Pa otra ocasión que se le antoje pescar, ya sabe: eaha la hebiya p’atrás y compra las que precisé^

    • Le agradezco el güen consejo^ de todos modos — dijó Juan, sin perder en lo más mínimo su aplomo. , '

    • mientras tanto pensaba: “A este entonao le anda ha­ciendo falta un escarmiento bien grande que le curé de raíz ese defecto. Viá ver si encuentro el modo’e corregirlo*

    (Serafín J. Garda. "Las aventuras de Juan

    el Zorro’)

    XXIX. Indíquense en ei cuento ^do Jos rusismos y diganse el modo de su asimilación: ' ‘ ’

    A un muyik se le cayó su hacha en un río, y apenado se puso a llorar.

    El espíritu de las aguas se compadeció de él y presentán­dole un hacha de oro le preguntó:

    • ¿Es ésta tu hacha?

    El muyik respondió:

    • No, no es la mía.

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    El Espíritu de las aguas le presentó un hacha de plata.

    • Tampoco es ésa—, dijo el muyik.

    Entonces el Espíritu de las aguas le presentó su propia hacha de hierro. Viéndola, el muyik exclamó:

    • |Esa es la míal

    , Para recompesarlo por su honradéz, el Espíritu le dio las tres hachas.

    De regreso a su casa, el muyik mostró su regalo, contan­do su aventura a sus amigos.

    Uno de ellos quiso probar suerte: fue a la orilla del río, dejd caer un hacha y rompió a llorar.

    El Espíritu de las aguas le presentó un hacha de oro y le preguntó:

    -- ¿Es ésta tu hacha?

    El muyik, lleno de alegría, respondió;

    • Si, sí, es la mía.

    El Espíritu no le dió el hacha de oro ni la suya de hie­ro, en castigo de su mentira.

    (León Tolstoy. „El muyik y el Espíritu de las aguasf)

    Parte VI

    LÉXICO DEL ESPAÑOL CONTEMPORÁNEO:

    SINCRONÍA

    Poniendo un criterio sincrónico estudiamos el estado actual del sistema léxico. Partiendo de este criterio todo el caudal léxico se suele dividir en activo y pasivo (latente).

    Las palabras más corrientes de una época determinada constituyen el léxico activo de cualquier idioma. El resto del vocabulario entra en el léxico pasivo.

    El léxico activo comprende palabras usadas por todo el pueblo, representa todos los estilos y sirve para todas las situaciones.

    El latente comprende tanto las palabras nuevas (neolo­gismos) como las que cayeron en desuso (arcaísrhbs). Voces que constituyen el vocabulario individual carácter profesional pertenecen también al léxico pasivo.

    Hace falta destacar también el léxico del uso común que comprende voces de diferentes esferas de las vida so­cial: política, economía, cultura, etc.

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