Добавил:
Upload Опубликованный материал нарушает ваши авторские права? Сообщите нам.
Вуз: Предмет: Файл:
Іваницька А. Лексикологія іспанської мови.docx
Скачиваний:
70
Добавлен:
28.02.2016
Размер:
248.5 Кб
Скачать

Es propia de todos los sufijos la función léxico-gramati- cal que sirve para clasificar las palabras derfváaas según las partes de la oración, por ejemplo: verde — verdura- verdear. ’

La segunda función es agrupar las palabras_dexixadas según sus características semánticas, pof-éjiín^, como agentes de la acción, resultado de la acción, sustantivos de la idea colectiva, etc.

La tercera función es expresar las relaciones dekrmina- das entre la radical (base de,f.9rmación)'y el derivado, es decir algunos sufijos (feiíolari'tas relaciones activas o pasi- vas, compárese: mandatario frente a mandante, temible, temedero frente a temedor, temerón. '

§ 16. Sufijos apreciativos. Generalidades

Los sufijos Apreciativos no cambian la categoría gramati- cal del tema, por ejemplo: bosquecillo (de bosque), vejete <de viejo), cerquita (de cerca), deseandito (de deseando).

Se aplican a todas las partes de la oración.

La fórmula del sufijo apreciativo es «;^ocaI + consonan- te>, se coloca entre la radical y las desinencias: mes-it-a, hombr-ot-e, dorm-it-ar.

Cuando la radical es corta (se compone de un sólo mor* fema) se le agregan ciertas sílabas intermedias, debido a< que los principales sufijos apreciativos representan la triple forma:-it-,-cit-, -ecit-, -ill-,-cill-, -ecill-, -ic-,-cic-, -ecic-, etc.

- Los sufijos apreciativos sirven para modificar la canti- dad de sustancia semántica que comprende la radical. En las frases se efectúa cierta _especialización dentro.del campo, aumentativo o dentro del diminutivo. Teóricamente, un mismo sufijo puede afectar a uno u otro campo: sillón — aumentativo de silla, islote — diminutivo de isla.

-- Con el fin práctico se suelen dividir los sufijos aprecia-

tivos en: a) diminutivos (-ic-o, -it-o, -in-o, -ill-o); bar

quitó, padree ito, madree ita, solee i to, floree itav-cuaderiiillos cancionciüa; b) aumentativos (-ot-e, -ez-o, -ón): ham-

brón, mujerona, hombrazo, mujeraza; e) despectivos (-ueí-o,, -ach-o, -ej-o, -et-e, -ac-o, -ach-o, -aj-o), que desvaió-^

rizan los objetos: patizuelo, ricacho, libraco, calleja,'

tenducho. . . / - ^

v’ f 4 '"t * i/i/ f

36

fit, U ú-ííí!

En las frases se nota cierta confusión en la aplicación de estas categorías de sufijos, a lo que contribuye notable­mente la infinidad de significaciones posibles representadas por todos los sufijos apreciativos: el diminutivo llama al afecto, a la idea activa, al laudativo; el aumentativo evoca el valor peyorativo o el valorativo.

Algunos derivados con los sufijos -i 11-, -on, -uel-, etc. han perdido-su valor apreciativo, adquiriendo un valor -TormJfÍTO. Un bocadillo un o\}\&ÍQ distinto de un bocado pequeño, es decir se han formado nuevos lexemas como bo­cadillo, panecillo, tablón, portezuela, etc., por ejemplo: Hubo café con leche y bocadillo de queso y anchoas (Mollá). El chaparrón lesn:egó en un momento, calándoles hasta los huesos, hasta los goznes de la catapulta de sus brazos (Mo­llá). Casta mire cuidadosamente por la mirilla y, después de reconocer a quien llama, se acerca de puntillas a la puer­ta del salón y, apenas audible, exagerando los movimientos de los labios: ¡Es la Angustias esa! (Vicente).

La actividad de los sufijos apreciativos es muy intensa en los países de Hispanoamérica.

Los principales valores de los sufijos apreciativos son:

  1. Noción de empequeñecimiento o aumento de tamaño: Sentada en un banquillo de tabla a la sombra de los sopor­tales, una vieja de lentes hace media (Cela). Se trataba de un hombre bajo y gordote, que se llamaba «El Chinitas» (Pavón). _

  2. Valor afectivo o despectivor Al tanteo extraje de bajo el lecho un pár de bolitas raídas (Güiraldes);— ¡No digas palabrotas! grité yo, porque mi madre nos lo había prohibido (Azpiri); ¡Platero, Platerillo, Platerete, Pía te- rucho! (Jiménez), ,

Ideí valorativa: El camino es derecho y no tiene sombra donde guarecerse de la calorina (Salinas). No hay quien pueda con él, fuertote que está (Ferlosio). Y este es un cuchillo, un cuchillito que apenas cabe en la mano (Lorca).

_4^ Valor activo: Hágame-un-favorcito;—Aguarda-un- «gundito — protestó el alcarreño—. ¿Nos corre alguien? (Ferlosio).

37

, -fT

i.-il

k .t-i,

EJERCICIOS PRACTICOS

I. Sepárense las palabras con los sufijos apreciativos, explicando sus valores; tradúzcanse al ruso:

1. Particularmente Facía, que era de suyo sencilloU ly noble, sé despilfaró. Gastó en gargantillas de todos colo­res, en sortijas, espejucos y alfilerones de todás hechuraí un dineral: todo lo ahorrado de sus soldadas (Pereda).

  1. Chisco llevaba una escopetona de pistón cori anchas ab*

I razaderas reforzadas con bramante encerado sobre el lar­guísimo cañón roñoso, un cuerno para la pólvora y una bol* sa de badana verde para el perdigón y las postas que Iban mezcladas con él (Pereda). 3. Los criados repartían champa­ña, pastelitos, almendras saladas, bombones, cigarlllos j (Asturias). 4. Chiquito y estrecho de hombros,jcon el traje raído, parecía meditar en la suerte general del ¡mundo (Sá* bato). 5. Luego entramos por otras callejas menos empina­das (Azpiri). 6. Así le dieron un puestillo a la tía Teresa en el Ministerio de Hacienda; aunque, como decía Fernando, le debían haber dado un cargo en el Ministerio de Salud Pública (Sábato). 7. Cuando salí del hotelucho el reloj mar­caba las once (Travieso). 8. Están en la piececita de prueba con Wanda (Sábato). 9. Era una mezcla de conventillo y cabellerizas: se oían gritos, conversaciones y varias radios simultáneas, en medio de un fuerte olor de estiercol (Sá- bató). 10. Cara.de Angel sacó la cabeza por ,1a portezuela para gritar al cochero que tuviera más cuidado"(Asturias);

  1. Otro imponente, oye, ¡que cochazo! (Gaite).. 12. Martín está sentado en el patizuelo de su casa; Martín es un lambri- go (Azorín). 13. El carro camina por un canriñejo hondo - -y pedregoso; hemos dejado atrás e llanon desfilamos bor­deando terrenos; descendiendo a hondonadas, subiendo de nuevo a oteras y lomazos (Azorín). 14. En la vitrina pueden verse baratijas de todo tipo, peines, redecillas, zarcillos y colgajos (Salinas). 15. Ordena a Casta que le sirva una tacita de chocolate con picatostes (Vicente)- 16.- Metí lai cabeza debajo del chorro y-luego me-sequé con-el-pañuelo| (Umbral)^ 17. Berto y yo masticamos nuestros bocadillos^ en silencio (Umbral). 18. Las colinitas rojas, más pobresj cada día por la cava de los areneros, que vistas desde elf mar, parecen de oro y que nombraron los romanos de esej modo brillante y alto (Jiménez). 19. Sí, es León, vestido ya, y perfumado para la música de anochecer, con su saquete a |

38

:a

)-

is

).

3-

r-

1-

in

a-

os

je

á-

a-

en

io,

ud

jr-

ba

' y

ios

5á-

íla

s).

tín

ri-

ido:

or-

de

len

los

ina

la

cuadros, sus botas de hilo blanco y charol negro, su descol­gado pañuelo de seda verde y, bajo el brazo, los relucientes gatillos (Jiménez). 20. ¿Cuándo será la mejor hora para lablar al señor don José de un... de un asuntillo?— ¿De un asuntillo? Ahora mismo (Gaidós). 21. Una casona enlu­cida con un portalón y dos rejas que ocupaba to da la plaza (Aub). 22. El Comité lo formaban cinco hombres a quienes el Cojo conocía vagamente; tres de ellos estaban en camiseta, los otros en mangas de camisa (Aub). 23. El Cojo cogió un palillo que se le había caído de la cintura al suelo, le

levantó y di jo.Acepto (Aub).

'

vjj.. Sepárense las palabras con los sufijos apreciativos explican do su estructura; tradúzcanse al ruso;

1. La períÚM^aldera latía y vociferaba también a su- modo, y zarandeaba el cordel que la sujetaba a la mana^ de Pito; pero temblaba mucho... aunque no tanto como yo (Pere^). 2. Dos oscuras embarcaciones, cada, una con.su lucecjíy, se acercaban a nuestro encuentro (Umbral). 3. Me arranqué la ropa y salté al agua en calzon<ffl^iíUmbral).

  1. Una iglesia donde media docena de muierinas)rezan. en voz alta (Salinas). 5. El ventero despacha tres polvotpneQ a un niño tan chico que casi no alcanza a poner sus monedas en el tablero del mostrador (Salinas). §,No pudo distinguir bien el rostcp.de Gonzales Bernal.jiero en la oscuridad sin­tió esos ^i^É^urloneSjyese aireq^Q)de sabelotodojle estos _ Ucenciadetes^ue nunca pelean, que nada máslíáblaban mucho mientras ellos ganaban batallas (Fuentes). 7. Toi las riendas y ella se sentó a su lado y abrió-la-sombi?' azul, sin dirigir la mirada a su esposo (Fuentes). 8. Sac^_ cajeti^de la bolsa jieLsaQg^(Fuentes). 9- Vuelvo ahoiltat Tengo que salir un momerxfí^sabe usted (Llosa). 10. Esf palabras las dijo casi en la calle;.Ijifige-^erró la puerta poco a poco, frotóse las manos gordeíuelas^ se volvió después de un instante de indecisión (AsíílrraSt. 11. A pesar de su estatura y de su cuerpecillo canijo, tira ya catorce am^y_ fia de ganarse la vida (Medíor. 12.Xomió ún tjo^de tor­tilla y un pane<^115. (Medio). 13. Una musí4uíllp triste, monótona, le enwlvía a medida que andaba (Murpiano).

14. No sé a qué podría, jugar con nosotros una chavaí^^tetiN pequeña (Azpiri). 15. Para este plan de tarde... Deseanííte' es lo que estoy, date cuenta (p!edosio). 16. Aniano se aflo­jó la corba ta; traía un traje<m^cIaro rozado en las boca-

39

manga^y un lapicero amarillo con capucha le asomaba en el bolsíllb superior; la piel del cuello le sudaba y se pasó los decbs (Ferlosio). 17-^n todas partes había cola, para todo hacía falta la cgjctfllá (Rubio), 18. El gato observaba a todos con los oji^M legañosos abiertos de par en par (Candel). 19. DuponVle llevaba y traía cart^s^ recados al alemán, y^stp le proporcionaba un dineíille (Umbral).

  1. Un perílj^e rastrear conejos pása por la cung^ (Cela).

  2. Del patio se pasa al jardín por una puertep^ilj^ (Cela). 22^^^ué le pasa a Nicolás? Parece como si tuviese hormi- gunl^Soto). 23. Quería aparentar calma y serenidad, pero no acababa de conseguirlo; se le notaba nervioá^ y como azorado (Cela). 24¿^^1 viento, creo. El viento y los graz­nidos de pajaiTácor (Rubio). 25. Solamente acarició su histriónica barbita (Candel)i 26. Se llamaba Ramón y era un tipejo coj^cast contrahecho, que me miraba siempre con unos oji1bs>urlones (Rubio). 27. Había un ventanuco, con una mancha de humo encima, sobre lo blanco 'del lucido (Ferlosio). 28.— Y uno, dando el callo... [ Treinta y dos meses dando el callo! — Y no \«as como vive el te- nientaj^ ese... (Lera).

(líh Sepárense en las frases las palabras con los sufijo»' despectivos, tradúzcanse al ruso:

1. Y sobrei la empapada lana del asnuchdt las campa-¡ nillas mojadas gotean todavía (Jiménez) 2. De cuando €% Mando, vuelve Ta cabeza y arranca las flores, a que su bocb- Icanza (Jiméqez). 3. Pronto se vio rodeado nada más de popuÉcl^madrugador (Clarín). 4. Las campanil­las, niveas y''gt^das, le cuelgan, un momento, entre el blanco babear verdoso y luego se le van a la barrigota cin­chada (Jiménez). 5. Ya recuerdas los tenduchos astraso&jdg ,i los gitanos, con sus hogueras, sus mujeres vistosas, y sus

i

burros moribundos, mordisqueando la muerte, en deredor

(Jira^z). 6. No le queda muela ni diente, y casi sólo come

mig^qó^e-paiMlue-ablanda primero en la mana(J Lménez).^.

•;i en el cerro con su tía, la señora Engracia, herma-

j-: nastrajde su.difunto padre, por haberse quedado huérfana

de ambas partes aún muy tierna, y como era de natural con­' sentidora y algo tímida, jamás nadie pudiera decir que con

nadie la hubieran visto y oído discutir, y mucho menos con ; . su tía, a Jfrvque tenía un gran respeto (Cela). 8. Tenía

un ventamco y una puerta cubierta con una cortina de saco

J 40